Beneficios de la educación emocional

Beneficios de la educación emocional

Las emociones forman parte de nuestra vida desde que nacemos, pero como cualquier otra capacidad del ser humano debemos educarlas. ¿Cómo aprendemos a gestionar nuestras emociones?

En este artículo vamos a tratar la gestión de las emociones. Las emociones forman parte de nuestra vida en sociedad y dependiendo como las gestionemos experimentaremos diversas vivencias, positivas y negativas.

¿Qué es la educación emocional?

La educación emocional es un proceso educativo progresivo y permanente. En cada etapa de nuestra vidas vamos experimentando diferentes emociones.

Cuando somos niños experimentamos estas emociones positivas y negativas en relación con las personas que nos rodean y las gestionamos a través de la educación que recibimos y lo que observamos.

En torno a los 2 años, los niños suelen tener la época de rabietas. Esto se debe al aprendizaje de las emociones. Con sus acciones van descubriendo esas diversas emociones y los diferentes caminos para gestionarlas. El adulto sirve de modelo para una buena gestión emocional que se irá aprendiendo, como ya hemos dicho, de forma progresiva.

Es por ello que es muy importante educar emocionalmente desde que los niños son pequeños. Si como adultos, no damos importancia a esa educación emocional de forma apropiada, es bastante probable que con el tiempo puedan aparecer diversos problemas (ansiedad, estrés, consumo de sustancias ilegales, impulsividad descontrolada, etc.)

¿Dónde recibimos la educación emocional?

La familia cumple un papel fundamental en la enseñanza de la educación emocional ya que es la encargada de ofrecer unas bases sólidas emocionalmente que nos preparen para la vida en sociedad.

Las emociones tienen un papel principal a la hora de socializarnos, cada persona tiene sus propias emociones y diversas maneras de gestionarlas, basadas en sus vivencias y aprendizajes a lo largo de su vida. Las emociones y la forma de gestionarlas nos ayudan a formar nuestra personalidad.

La escuela, es el segundo pilar fundamental para el aprendizaje de estas emociones puesto que ponemos en práctica lo aprendido desde pequeños al relacionarnos con nuestros iguales.

Desgraciadamente, en la escuela no se le da la importancia que merece a este tipo de educación, puesto que no existe una asignatura como tal, sino que se trabaja de manera transversal. En las últimas décadas, está creciendo el interés por la inteligencia emocional en los centros educativos y cada vez son más los colegios que incorporan esta educación a sus centros, sobre todo en educación infantil.

Problemas por una mala gestión de las emociones

Una mala educación emocional nos lleva a tener consecuencias sociales negativas relacionados con una baja autoestima y una baja motivación.

¿Qué muestran las personas con una inapropiada educación emocional?

  • Carencia de empatía.
  • Se desbordan ante el mínimo problema que se les presente.
  • No son capaces de darse cuenta de sus problemas emocionales.
  • No tienen relaciones sociales duraderas y positivas.
  • Tienden a culpabilizar a los demás de sus malos comportamientos y consecuencias obtenidas.
  • No comunican como se sientes o lo expresan de una manera inadecuada.
  • Suelen estar enfrascados en diversos conflictos.
  • Sienten una intensa culpabilidad y son bastante rencorosos.

Como cualquier otro problema, con una buena reeducación emocional se pueden aprender estrategias para ir modificando una inadecuada gestión emocional.

Su reeducación es crucial en el momento que se detecta el problema. Cuanto más tiempo pase más difícil será adquirir una buena inteligencia emocional y más secuelas tendremos de las consecuencias negativas generadas por una mala educación emocional.

Deja una respuesta

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad